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Una dislocación es una lesión en la que los huesos de una articulación se desplazan de su posición normal, causando dolor, hinchazón y dificultad para moverla. Suele ocurrir por golpes, caídas o movimientos bruscos, y requiere atención médica para realinear los huesos y, en algunos casos, tratamiento adicional como fisioterapia o cirugía.
Descubre las causas de una dislocación:
Una dislocación ocurre por golpes, caídas o movimientos bruscos que exceden el rango normal de una articulación. Afectan principalmente a jóvenes activos, deportistas y adultos mayores, siendo más comunes en quienes tienen lesiones previas, debilidad muscular o articulaciones más frágiles. Descubre sus causas frecuentes:
Golpes fuertes
Impactos directos sobre una articulación en accidentes automovilísticos, caídas, lesiones
deportivas o por torsión.
Caídas
Especialmente cuando se apoya mal una extremidad al intentar evitar el impacto.
Movimientos bruscos
Forzar una articulación más allá de su rango normal de movimiento.
Lesiones deportivas
Actividades de alto impacto, giros repentinos o caídas en deportes como fútbol, baloncesto o
gimnasia.
Hiperlaxitud articular
Articulaciones más propensas a dislocarse por ser excesivamente flexibles.
Debilidad muscular o ligamentosa
Falta de soporte adecuado para mantener la articulación estable.
¿Identificas estos síntomas de una dislocación?
Identificar los síntomas de una dislocación es crucial para recibir tratamiento
oportuno y prevenir complicaciones como daños permanentes en ligamentos, nervios o vasos
sanguíneos. Un diagnóstico temprano permite que la articulación se realinee correctamente,
evitando inestabilidad crónica o limitaciones de movimiento a largo plazo.
• Dolor intenso
• Deformidad visible
• Hinchazón
• Entumecimiento u hormigueo
• Calor en el área lesionada
• Perdida de sensibilidad
• Articulación "floja" o fuera de lugar
• Limitación de movimiento
• Moretones
• Debilidad

Si los síntomas persisten y el descanso, hielo o analgésicos comunes no alivian la dislocación…
SOLICITAR DIAGNÓSTICORecomendaciones para tratar una dislocación
Inmovilización inmediata
Mantén la articulación en la posición en la que se encuentra y evita intentar moverla o
realinearla por tu cuenta.
Aplicación de frío
Coloca una compresa fría o hielo envuelto en un paño sobre la zona afectada para reducir la
inflamación y el dolor.
Uso de férulas o vendajes
El médico puede inmovilizar la articulación con una férula o un vendaje para permitir su
recuperación.
Analgésicos y antiinflamatorios
Utiliza medicamentos recetados por el médico para aliviar el dolor y reducir la inflamación.
Rehabilitación y fisioterapia
Realiza ejercicios recomendados para recuperar fuerza y movilidad en la articulación.
Evitar actividades de alto impacto
Descansa y limita el uso de la articulación hasta que esté completamente recuperada.
Busca atención médica
Es fundamental que un profesional de la salud evalúe tu dislocación, ya sea que
necesites radiografías o corrección manual en un entorno clínico.
¿Tratamiento quirúrgico para aliviar una dislocación?
En casos graves de dislocación, o cuando los tratamientos conservadores no son suficientes, se puede recurrir a opciones quirúrgicas. Los tratamientos quirúrgicos para aliviar una dislocación incluyen:
• Reducción quirúrgica
Si la articulación no puede realinearse correctamente con técnicas no invasivas, el cirujano
puede necesitar realizar una intervención para devolver los huesos a su posición normal.
• Reparación de ligamentos y tendones
Si los ligamentos o tendones se han desgarrado o dañado durante la dislocación,
se puede realizar una cirugía para repararlos o reconstruirlos, lo que ayuda a restaurar la
estabilidad de la articulación.
• Artroscopia
En algunos casos, se puede
realizar una artroscopia para reparar el daño en los tejidos de la articulación, minimizando la
invasión y acelerando la recuperación.
• Reconstrucción ósea
Si los huesos de la articulación se fracturan durante la dislocación, puede ser
necesario realizar una cirugía para reparar o reconstruir los huesos dañados.
• Estabilización con implantes
En casos donde la dislocación afecta gravemente la estabilidad de la
articulación, se pueden colocar tornillos, placas o dispositivos para asegurar que los huesos se
mantengan en su lugar mientras cicatrizan.
Estos procedimientos se realizan solo cuando la dislocación es severa o
recurrente y se considera necesario para evitar complicaciones a largo plazo, como la
inestabilidad crónica de la articulación.
Acude al médico para llevar un tratamiento adecuado que alivie
la dislocación
Para prevenir el dolor de una dislocación...
Prevenir el dolor de una dislocación consiste en tomar medidas para evitar que
ocurra la lesión y reducir su gravedad. Fortalecer los músculos y ligamentos alrededor de las
articulaciones ayuda a mantenerlas estables y menos propensas a desalinearse. Mantener una buena
flexibilidad y postura también contribuye a que las articulaciones se muevan correctamente y sin
sobrecargar. Si hay antecedentes de dislocaciones, es importante trabajar con un fisioterapeuta
para realizar ejercicios específicos que fortalezcan las áreas vulnerables.
• Fortalece tus músculos y ligamentos con ejercicios de tonificación.
• Utiliza equipo de protección adecuado en deportes de contacto.
• Mejora tu flexibilidad y postura con estiramientos y ejercicio.
• Realiza ejercicios preventivos si hay antecedentes de dislocaciones o debilidad
articular.

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el Dr. Manrique,
médico Traumatólogo en Monterrey
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